sábado, 3 de agosto de 2013

Resumen Cena 24 * 7

¡Por fin llegó el día de celebrar el 24/7! Nuestro día, o mejor dicho, nuestra noche. Una noche que empezó temprano, cuando poco a poco fueron llegando los asistentes al lugar convenido, y nos dirigimos al restaurante. Allí dimos comienzo a la cena al calor de un interesante debate sobre las distintas formas de vivir la sumisión y la dominación y sobre la evolución del BDSM en los últimos años. Los más jóvenes y los más veteranos intercambiaron posturas y vivencias, aunque todos coincidimos en lo fundamental que resulta para nuestro mundo un mayor conocimiento por parte de la sociedad en general de lo que supone realmente el BDSM, más allá de los chichés conocidos de las películas pornográficas.

Una cena que se alargó en el tiempo entre conversaciones y risas cómplices, con alguna que otra broma y con algún que otro sonrojo por parte de alguno de los presentes (¡y es que hay algunas preguntas difíciles de contestar!). Fueron llegando los postres y la hora de ir levantándose... ¿Pero lo íbamos a dejar ahí? De ninguna de las maneras.

Después de la suntuosa cena, decidimos tomarnos unos refrescos en un lugar cercano y discreto, para ir bajando el atracón. Aprovechamos, además, para “tocar un poco las bolas” y echar una partida al billar. Una partida en la que, cómo no, también hubo ocasión para putaditas y risas entre parejas de juego Amo/sumiso, donde los sumisos anotaron muy bien las victorias o las derrotas de los correspondientes Dominantes. Algún sumiso, incluso, temió por sus propias bolas, en un improvisado ballbusting con taco.

Aunque no sólo los dominantes “tocaron las bolas”, y algún sumiso tuvo que jugar bajo la “presión” y el desconcierto que generaba alguna de las Amas presentes, que hacía que subiesen los colores del sumiso con sus comentarios jocosos, ante el júbilo y las risas de los presentes.
Habiendo varios coches, nos dirigimos al Triskel del Norte y allí siguió la fiesta. O mejor dicho, allí empezó realmente la fiesta. Alguno se acordó de lo acordable debido al timbre de llamada para el servicio, atendiendo las peticiones de los presentes, mientras otros sumisos andaban por la estancia de modo canino. No faltó quien disfrutó de lo lindo jugando con la pelotita, ni quien se ganase que le rascasen la barriga.

No podían tardar en salir a relucir las fustas, mientras que otros sintieron la cera sobre su piel o las pinzas en sus pezones. Desde luego, alguno tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no morir de risa, y otros para conseguir quedarse del todo quietos.

Aunque poco a poco algunos se fueron retirando (en ocasiones los viajes o las responsabilidades obligan), otros fueron quedando hasta larguísimas horas de la mañana, entre juegos y risas y, sobre todo, muy buen ambiente.

Ya cantaban los gallos y lucía plenamente la luz del sol cuando salimos del Triskel del Norte los más rezagados. Cansados y con alguna boca abierta, pues ya eran horas de coger la cama, pero con ganas de más y más. Realmente quisiéramos que no se acabase nunca la noche, pero por desgracia eso no es posible, así que dimos por finalizada la celebración del 24/7, eso sí, prometiendo que pronto nos volveríamos a ver para tener otra velada tan especial como ésta.

Gracias a todos los que venisteis, a los que os desplazasteis de fuera y a los de aquí, a los habituales y a las nuevas caras, a vosotros, sin los que esto no sería posible. Gracias por darnos el mejor de los 24/7 imaginables.

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