Solventados unos problemillas con el punto de encuentro (hay que ver estos gijoneses que nos cambian las cosas de sitio sin avisar), caminamos hacia un lugar mas centrico, no sin visitar las tiendas de vicio y perversión que nos encontrábamos en el camino y realizar alguna compra de ultima hora que amenizaría la tarde aun mas.
Una vez reunidos la mayoría de los asistentes y hechas las nuevas presentaciones (da gusto conocer gente nueva) buscamos un sitio mas o menos tranquilo donde sentarnos y tomar algo que refrescara los calores de la magnifica tarde del domingo.
Tras casi dos horas de charlas, risas y aventuras el grupo se dividió para disfrutar cada uno por su cuenta de diferentes obligaciones.
Unos pocos, nos quedamos esperando a ciertas personas que pese haber confirmado que vendrían no lo hicieron, mientras aprovechamos para tomar algo mas por el puerto y disfrutar de la brisa marinera.
Cuando ya disponíamos a regresar a la capital, una llamada de ultima hora nos anunció que se acercaba un ratin, alegrándonos lo que quedaba de tarde y pudiendo alargar así el buen momento. Dos de las personas que nos habían abandonado un rato antes, también se reincorporaban y en familia acabamos lo que fue una gran tarde.
Gracias a todos los que lo hicisteis posible.
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