Barbacoa: La venganza se sirve fria y en patatita

Un precioso día amanecía en Oviedo, mucho calor desde primera hora de la mañana. Todo hacia ver que seria un día estupendo.

Tras una ardua sesión de búsqueda de mesa y de secuestro de una barbacoa donde poder cocinar nuestras "delicatessen astures" pasamos un gran rato sentaditos al fresco y charlando de lo divino y lo humano. Aviadores, maldades, ideas para futuras barbacoas fueron el preámbulo de una gran tarde.

Nuestros ya consagrados cocineros empezaron a preparar el festín, mientras algunas se dedicaban a crear arte para futuros "gatos bedesemeros" e ideaban como hacerse con parte de las viandas ya preparadas para aliviar la gusa.

Tras la llegada del ultimo participante, se desato la guerra: su afán por ver sufrir y llorar a uno de los cocineros activó su neurona, creando la "patatita vengativa" que si bien no le hizo llorar si sudar y pasar un mal rato entres las risas de los demás asistentes que en menor cantidad también sufrieron lo suyo.

Después de una fantástica comida llena de risas, en la que una de las asistentes cambiaba ricos y fresquitos helados por trozos de chorizo y langostinos y,  la oportuna celebración sorpresa de un cumpleaños, también hubo tiempo para excursiones repentinas que preocuparon a algunos asustadizos. 

Y con la pronta despedida de uno de los asistentes que tenia labores que cumplir, el resto de la tarde paso entre juegos, ganas de pellizcos,  muchas risas y al final propuestas e ideas para la próxima fiesta de A.C.A. BDSM.

 Finalmente y con un helado de ultima hora con el que seguimos charlando animadamente, y aunque sin ganas, pusimos fin a esta barbacoa a eso de las 00 30 de la noche.

Una despedida de verano perfecta y muchos planes para el frió invierno.

Gracias!