¡Y pasó un año! Un año desde que abrimos el Triskel del Norte, un año de
trabajo y de fiestas, juegos, charlas... que el Triskel fue acogiendo. Un año
en el que ACA BDSM empezó a tener un espacio físico propio que añadir al
espacio que entre todos ya habíamos construído en el BDSM asturiano. Un año,
que no es poco. ¿Y qué mejor manera de celebrar el primer cumple de la niña de
nuestros ojos que con una fiesta?
Como no puede ser de otra manera, nos gusta el comer más que el respirar,
así que una buena cena no podía faltar. Una cena cargada de complicidad, risas,
bromas... A alguno se le atragantó la comida, pero no por ello dejó de
disfrutarla. Algunos asistentes no vinieron hasta ya más tarde, pues por
distintas razones no todo el mundo pudo asistir a la cena, pero un variado
picoteo sirvió para amenizar y endulzar los primeros pasos de la noche. Un
brindis con un par de botellinas de sidra que nos obsequió un buen amigo, sólo
mojar los labios, eso sí, que ya sabemos que alcohol y BDSM no combinan bien, pero la ocasión merecía la pena
brindarla.
Tras una tímida charla, sobre todo para aquellas personas que venían por
vez primera, un viento fresco nos trajo un huracán de sensaciones y emociones.
Evidentemente, las personas nuevas pasaron la prueba que todo el que
llega por primera vez al Triskel pasa. Con momentos de equilibrismo imposible y
de sudores fríos, a pesar de los cuales la prueba fue superándose con nota.
El calor que vosotros le aportáis al Triskel contrasta con el frío de la
calle, que no penetra por nuestras puertas. Tanto es así, que alguno prefirió
liberarse de su ropa, mientras hubo quien optó por un modelito de abuela
travestida o de lencería fina.
Desfiles, ligoteos... y, cómo no, alguno sintió en el potro la
dureza tierna de las fustas, al tiempo que otros conocieron las jaulas del
Triskel, la grande y la pequeña, en la que alguno sufrió castigo por su
insubordinación.
Tampoco la cruz y los cepos quedaron sin usar, y al día siguiente algunos
traseros quedaron doloridos y con un resquemor que, según nos confesaron, hacen
que alguno se sonría con picardía cada vez que siente el calor al sentarse...
Gracias a todos por venir y celebrar con nosotros esta ocasión.
Felicidades, Triskel del Norte, que cumplas muchos, muchos más.
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